sábado, 21 de febrero de 2009

El futuro de las series de ficción y la publicidad


Desde hace más de una década ya, en la televisión española, los espacios televisivos dedicados a las series de ficción son los espacios que más están teniendo en cuenta las cadenas de televisión, ya que muchas de ella están localizadas en el prime-time y en las zonas horarias de máxima audiencia. Son los espacios televisivos que mayor fidelización de audiencia provocan y las cadenas juegan con ello. Pero esto no es algo especial en España, este auge de las series viene de Estados Unidos, donde la inversión de las cadenas se centran en superproducciones de series del tipo Lost o Prison Break y la oferta de series en su televisión es muy amplia.

¿Por qué ahora esta inversión en series? Tal vez sea por la caída de la calidad de las películas del cine de Hollywood actual, donde ya nada es original, todo son copias de otras o meros remakes o, simplemente, sus historias ya han perdido fuelle. Por todo esto, la inversión se está trasladando a la producción de series obteniendo una rentabilidad con más garantías que algunas inversiones cinematográficas. La verdad es que han surgido en la última década series que podrían clasificarse como obras maestras del séptimo arte del nuevo siglo como Los Soprano, que cualquiera de sus capítulos o de los capítulos de cualquier serie de la HBO echan por tierra a la mayor parte de títulos de Hollywood de la última década.

En España, hace poco han comenzado a realizar grandes inversiones en la producción de series como el caso de El Internado, aunque ha medida que ha ido perdiendo fuelle ha ido bajando su presupuesto y viviendo de product placements algo escandalosos. No obstante, en España se tiene otra mentalidad diferente a Estados Unidos respecto a la creación de series, en España se preocupan demasiado por garantizar un éxito inmediato si van a invertir mucho dinero, en Estados Unidos se preocupan un poco más por ofrecer un buen contenido.

No estamos diciendo ni mucho menos que pretendamos que en España se hagan series del nivel de Twin Peaks, Los Soprano o A dos metros bajo tierra, pero si que hagan contenido original y bueno que haga llamar la atención en otros países (ya que las únicas series que en los últimos años han sido emitidas en otros países con mediano éxito han sido Aquí No Hay Quien Viva y Camera Café) sin necesidad de inversiones de grandes sumas ni la búsqueda del éxito masiva de un público atolondrado.

Además, la publicidad está cobrando últimamente una mayor importancia de la que ya tenía en las series de televisión. Todo el mundo sabe a estas alturas que las series se producen gracias a la publicidad emitida en su espacio, en casos como producciones de televisiones autonómicas es algo diferente, ya que se financian en gran parte con los impuestos de estas comunidades, pero estos casos no son los que vamos a tratar en el siguiente artículo.

Todo el mundo recordará el excesivo y descarado product placement del cual vivía la antológica serie Médico de Familia, cuya mesa del desayuno era un despliegue de marcas alimenticias muy poco creíble. Esta práctica se ha ido repitiendo desde entonces en la gran mayoría de las series españolas con mayor o menos disimulo (en escasas series españolas la verdad): recordemos la mesa de Los Serrano, donde ocurría algo parecido a Médico de Familia, donde los bricks de leche se bebían exageradamente enseñando la marca de una forma demasiado artificiosa para ser creíble. El caso más exagerado es el que últimamente pudimos ver en El Internado donde además de hacer un product placement demasiado exagerado en el cual no solo se mostraba el producto una decena de segundos si no que además se exaltaban las características de éste. Esto lo hemos podido ver un par de veces en un solo capítulo, algo que puede indignar al espectador, pero que, sin embargo está escribiendo el futuro de lo que serán las series, está marcando precedente a las series creadas en Internet.

Desde hace pocos años, en Internet surgieron las animaciones de flash y las comunidades de vídeos como Youtube, que han servido de polvorín para la creación de series electrónicas del tipo Happy Tree Friends o Cálico Electrónico o para la opción de ver las series de televisión directamente por Internet respectivamente. Cabe destacar esto último, ya que es un punto de inflexión clave en este tema. Todo empezó cuando abril del 2006 la cadena estadounidense ABC anunció que en mayo y junio de ese mismo año colgaría íntegramente los capítulos de sus cuatro series más exitosas de aquel momento (Alias, Mujeres Desesperadas, Lost y la cancelada Commander In Chief) en su página para ver gratuitamente, convirtiéndose en la primera en hacerlo. Posteriormente, cadenas de todo el mundo comenzaron a repetir la fórmula con sus producciones, como el caso de Antena 3, que deja ver los últimos capítulos de sus series a cambio de ver un anuncio al comienzo de cada parte.

Este servicio realmente surgió para combatir las descargas ilegales de las series y es que el espectador no está dispuesto a pagar por unos DVDs de algo que no pudo ver gratis en su vida y en otros casos simplemente, por motivos privados o porque ve otro contenido televisivo a esa hora, no ha podido ver el último capítulo. Entonces, Internet se convirtió en un factor clave para el auge de las series de ficción, donde dispones de todas ellas, sin esperas ni cortes de publicidad. Es por ello que pensamos que Internet es el futuro de las series y que éstas vivirán gracias a la publicidad, aunque a muchos les pese (a nosotros, estudiantes de publicidad, dudo que nos afecte tanto). Creemos en la creación de series desde Internet con productoras independientes que se dediquen a contar buenas historias con un presupuesto (inicial) modesto y que las grandes productoras en pan HBO seguirán haciendo grandes series en televisión y poco a poco se integrarán en Internet y las posibilidades que ofrece al respecto. No tardaremos mucho en verlo, aunque en lo que respecta a España…

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